Los ciudadanos españoles no confían que la situación del país sea favorable y piensan que habrá una nueva crisis. La confianza del consumidor disminuyó 11.6 puntos en 2018. Esto implica que las compras se pueden frenar y que se reduzca el consumo, buscan ahorrar y gastar menos dinero.
La mala situación del país, lo relacionan principalmente a la inflación. En 2019 suben los precios de varios productos y servicios, con nuevos impuestos como el de la gasolina, y la subida del IPC (Indice de Precios al Consumo).
Fuente: ED Economía Digital
Reportado por: OCE Madrid